Chrysovalantis Kyriacou, The Byzantine Warrior Hero. Cypriot Folk Songs as History and Myth, 965-1571, Lanham, Lexington Books, 2020 (205 págs.).
Teología y cultura, año 20, vol. 25, número 1 (mayo 2023), pp. 161-163 ISSN 1668-6233
En esta obra, Chrysovalantis Kyriacou aborda el problema de la representación del héroe militar bizantino dentro del corpus de tradiciones folclóricas chipriotas desde la reincorporación de Chipre al Imperio Bizantino en 965 hasta la conquista otomana de 1571 —momento en el cual se puso fin al largo período de dominio cristiano (bizantino y latino) sobre la isla—. El autor parte de la noción de que las canciones folclóricas, pese a emerger en un contexto histórico particular, sufrieron una permanente transformación con el propósito de responder a los intereses de nuevas generaciones, de reflejar nuevas ideas y de representar diferentes valores sociales. En este marco, su abordaje propone examinar el diacronismo simbólico de las tradiciones folclóricas de carácter heroico en relación con un contexto histórico cambiante pero siempre influenciado por las tradiciones cristianas.
La obra se encuentra estructurada en función de dos grandes problemas de estudio. El primero de ellos se centra en el análisis de la impronta que los cambios históricos dejaron sobre las ideas y valores expresados en las tradiciones folclóricas de la isla. El segundo se detiene a considerer la forma en que Chipre —un espacio provincial que formaba parte de la periferia del Imperio Bizantino— se vinculaba con la cultura bizantina tal como la conocemos a través de sus centros de poder (especialmente, Constantinopla). A lo largo de la obra, estos dos grandes temas son abordados en función de un corpus de canciones folclóricas recopiladas durante los siglos XIX y XX que, según han demostrado diversos estudios previos, pueden ser consideradas como derivaciones del cancionero medieval (cuyas versions originales no se han preservado de manera directa).
Tal como lo señala el autor, las tradiciones heroicas pueden ser vistas como transmisoras de memoria, puesto que los poemas que las preservan fueron compuestos, revisados y transmitidos por agentes culturales anónimos (es decir, individuos y comunidades que, a lo largo de generaciones, desempeñaron un rol en la preservación de un conjunto de narrativas que expresan valores e ideales compartidos). Partiendo de esta noción, el autor adopta una varidad de conceptos metodológicos desarrollados por la narratología y los estudios folclóricos, entre los que podemos destacar dos por su relevancia para el análisis. El primero de ellos es el de “aproximación mítica” (mythic approach) de G. Saunier, sobre el cual se basa el abordaje de los diferentes estratos culturales presentes en el cancionero; el segundo es el de “pequeñas particularidades” (tiny particulars) de A. Veeser, que es aplicado a los fines de identificar la existencia de un sustrato de códigos culturales y lógicas de acción en el contexto histórico definido por este estudio.
En términos de su organización interna, la obra se divide en cuatro capítulos a través de los cuales se abordan las dos problemáticas clave antes definidas, partiendo de diferentes enfoques temáticos. El primer capítulo, titulado “Guerreros y culturas” (Warriors and Cultures), se centra en la imagen del guerrero heroico tal como emerge de las canciones folclóricas chipriotas, y se interroga acerca las características de esta figura en relación con las cambiantes circunstancias del contexto histórico. Esencialmente, el autor se pregunta si la figura del héroe preservó a lo largo de los siglos la identidad del guerrero bizantino (con características propiamente chipriotas) o si se constituyó en un producto de fusión cultural (es decir, en un guerreo Greco-Franco) a partir de la ocupación latina de la isla. A fin de responder a este interrogante, el capítulo discute el desarrollo de las dos mayores tradiciones culturales presente en Chipre —la bizantina y la franca—, y, a partir de un estudio comparativo, concluye que el héroe guerrero chipriota puede ser definido esencialmente como “bizantino”, pese a la existencia de trazos o influencias provenientes de las tradiciones cavallerescas francas. El autor demuestra, en este sentido, que la materia heroica bizantina subsistió en la comunidad griega de la isla aún durante los siglos de dominio latino, y destaca el rol de la Iglesia Ortodoxa en el proceso de transmisión de estas tradiciones, puesto que ciertas celebraciones (los llamados “panegíricos”, que solían contar con una dimensión económica además de la puramente religiosa) habrían ofrecido un marco para que los poemas y canciones populares alcanzasen una gran difusión entre la población de la isla.
El segundo capítulo, titulado “Honor y Vergüneza” (Honor and Shame), explora la representación de los conceptos de “honor” y “vergüenza” dentro del cancionero heroico, tomando como marco una construcción de la masculinidad (andreia) que articula valores propios de la tradición greco-latina con la tradición judeo-cristiana. El autor demuestra que es posible identificar una serie de valores propios de los personajes del cancionero que se vinculan muy estrchamente con ciertos principios sociales que la antropología ha señalado como característicos de la sociedad de la isla a través de todos sus grupos sociales. Entre ellos se incluye (1) la solidaridad familiar; (2) el rol y la responsabilidad del líder de la familia; (3) el temor a ser dehonrado y marginado del grupo social. Dentro de este marco, por otra parte, el elemento religioso habría funcionado como un componente esencial en la construcción del cancionero heroico, especialmente a partir de la estrecha vinculación existente entre los héroes seculares (por ejemplo, Digenís Akritas) y los santos militares (por ejemplo, san Tedoro de Amasea, san Teodoro Stratelates, san Jorge y san Demetrio). El héroe del cancionero popular, en ese sentido, se habría constituido en la encarnación de una serie de valores sociales definidos dentro de los parámetros de la cristiandad ortodoxa.
El tercer capítulo, titulado “Grupos étnicos y figuras sociales fronterizas” (Ethnic Groups and Social Borderers), analiza la percepción de las diferentes categorías étnicas y sociales representadas en el cancionero heroico. El autor señala que el cancionero, sugido en el marco de una sociedad heterogénea (integrada por musulmanes, latinos cristianos, gitanos y judíos), refleja mecanismos específicos de confrontación y exclusión, y se interroga acerca de las formas en que los poemas formulan la alteridad y la interacción del héroe con representantes de otros grupos étnicos y sociales. Este abordaje permite demostrar que el protagista de los poemas se constituye en representante y defensor de un “nosotros” que distingue a una comunidad particular de un “aquellos” —es decir, de una multitud de otros grupos y comunidades—, creando un sentido de pertenencia social que se funda en elementos étnicos, culturales y religiosos que pueden retrotraerse a la tradición greco-romana y a la cristiandad ortodoxa.
El cuarto capítulo, titulado “Paganismo, Cristianismo y el héroe guerrero bizantino” (Paganism, Christianity, and the Byzantine Warrior Hero), se detiene a considerar la forma en que los poemas heroicos representan la interacción entre paganismo y cristianismo. El autor observa que el cancionero se encuentra integrado por un número considerable de temas, motivos y símbolos paganos —lo que él define como un “núcleo mítico pre-Cristiano” (pre-Christian mythic nucleus)— y se interroga acerca de las dinámicas que permiten la reconciliación de estas dos visiones del mundo —la cristiana y la pre-cristiana— dentro del cancionero. Siguiendo a Paul Veyne, el autor define la coexistencia de los numerosos poderes sobrenaturales (paganos y cristianos) representados en los relatos en términos de una “pluralidad de verdades” propia de una sociedad que aceptaba las narrativas legendarias como verdaderas, sin, sin embargo, considerarlas como parte de la realidad cotidiana.
A modo de conclusión, el autor retoma los problemas abordados a lo largo de la obra y ofrece una síntesis de la compleja figura del héroe guerrero bizantino centrándose en la forma en que los temas, motivos y símbolos reflejaban las percepciones, valores, creencias y comportamientos de la sociedad chipriota durante la Edad Media y la temprana Modernidad. Cabe destacar que, de acuerdo con el autor, el cancionero heroico constituye, más que un reflejo de conflictos de poder, un reservorio de cultura e incluso de espiritualidad —especialmente de carácter popular—, ya que, como el propio autor lo señala, la comunidad campesina de la isla constituyó “el vehículo por excelencia para la preservación y transmisión de las tradiciones del folclore heorico bizantino” (p. 125). Este último aspecto constituye, de hecho, uno de los aspectos más destacados de la obra. Chrysovalantis Kyriacou logra reconstruir, a través de un análisis exhaustivo y metódico, ciertos rasgos característicos de la religiosidad popular chipriota, y, en ese sentido, nos acerca a una problemática de difícil estudio (debido a las limitaciones propias de las fuentes textuales y materiales) que nos resulta aún hoy insuficientemente conocida. Su estudio constituye, en ese sentido, una contribución significativa a la compresión de la dimensión social del cancionero heroico y al rol que las comunidades campesinas tuvieron históricamente en la construcción de la espirtualidad cristiana en el marco de la religiosidad Ortodoxa.