Teología y cultura, año 7, vol. 12 (diciembre 2010), pp. 5-24 ISSN 1668-6233
En este ensayo se plantea la necesidad de volver a pensar la historia de la Iglesia en América latina proponiendo un cambio en la periodización a partir de una nueva evaluación de la Edad Media. Así se inscribe el periodo colonial dentro de la idea de una “Larga Edad Media”. Allí la Iglesia fue una institución dominante cumpliendo un rol preponderante y estructurador en instaurar un orden estable a la vez que contribuyó a regular los hábitos y las costumbres de la sociedad colonizada. En ese marco el autor señala el “principio protestante” surgido de la Reforma del siglo XVI no solo debe ser visto como una forma de protesta, sino también como responsable de que la Iglesia buscara la restauración de la cristiandad que se desmoronaba en Europa. A continuación se analiza la relación de la Reforma Protestante con el orden medieval y el mundo moderno, argumentando que si bien contenía elementos innegablemente disfuncionales con relación al medioevo, antes que una primicia de lo moderno significó una renovación del espíritu medieval. Finalmente se aborda el aporte del protestantismo a modernidad el durante el siglo XIX y los cambios y la diversificación en la identidad y la misión.
Palabras clave: Cristiandad, América latina, Principio Protestante, Modernidad, Misión.